Otra breve entrada para añadir algo mas sobre la vida y costumbres del oso pardo cantábrico.
Al comienzo de la primavera los osos pardos machos persiguen a las hembras y se aproximan a estas comprobando si estas se encuentran receptivas, si es así las hembras se alejan con cortas carreras, mas tarde juguetean se abrazan se persiguen y mordisquean el macho olfatea a la hembra en los cuartos traseros para comprobar su estado, si la hembra no se encuentra receptiva aparta al macho con manotazos, mordiscos y frecuentemente se sienta.
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Las hembras suelen tener dos periodos de celo en cada estación reproductora, la duración de estos puede ser de uno a diez días, las hembras trataran de aparearse con el mayor numero de machos, se cree que esto es un mecanismo de defensa contra el infanticidio de crías por parte de los machos. Estudios confirman que crías de una misma camada pueden ser de diferentes padres.
Las hembras tienen ovulación inducida, que es provocada por la copula y que incrementa las posibilidades de quedar preñada. La implantación es diferida, esto es que el ovulo fecundado permanece flotando libremente en el útero y no se implanta hasta el otoño, cuando comienza la verdadera gestación, esta dura unos dos meses y la hembra en la osera pare de una a tres crías.
Las crías nacen en enero, completamente ciegas, casi sin pelo e incapaces de termoregularse con un peso de entre 350 y 400 grs, abren los ojos sobre el mes de edad y caminan a los dos meses de edad, Salen del cubil entre abril y mayo con pequeños paseos cerca de la osera y la madre muy atenta los recoge de nuevo al interior de la osera. Después de unos días por el entorno del cubil, abandonan este y comienzan a alimententarse por otros lugares, siempre bajo la atenta mirada y la atención de la madre. Las hembras tienen tres pares de tetillas funcionales y su leche contiene un 33% de materia grasa, ya a partir de los 6 meses de edad la alimentación es en un 80% solido y al año de edad ya están entorno a 20 o 25 kg. Permanecen juntos madre y crías hasta la primavera o verano siguientes, cuando los oseznos tienen un año y medio de edad y pesan unos 40 kgs. coincide este momento normalmente con un nuevo celo de la madre, entre abril y junio.